LA CHICA DEL Á TOMO DE ORO y otros cuentos antiguos de ciencia ficción -vvaa.-

En principio, es un libro interesante para seguir la evolución de lo que hoy en día conocemos como Ciencia Ficción. Además, el editor, Francisco J. Arellano ha intentado en la medida de lo posible alejarse de los convencionalismos y no publicar los mismos autores y relatos que podemos ver en este tipo de "antologías". También es reseñable que empiece el libro con relatos de finales del siglo XIX (1867), y acabe a principios del siglo XX (1919). Entre los autores que más nos sonaran: Ruyard Kipling, Emilio Salgari, Albert Robida, Jack London, Guy de Maupassant, Ray Cummings, y alguno más. Pero de estos autores, tal vez los más conocidos,no siempre lo son por sus relatos de "Ciencia Ficción", sino por otras vertientes de la literatura (tomemos como ejemplo a Jack London o a Emilio Salgari).

El libro contiene 16 relatos, que abarcan como ya he comentado desde 1865 hasta 1919, además de bonitos grabados en blanco y negro que a veces eran los que acompañaron a sus ediciones originales, y otras veces grabados antiguos con tema relacionado con el cuento al que acompañan en esta edición. También contiene un prólogo del editor, y un comentario final, a modo de epílogo, comentando las ausencias de las que pudiera adolecer el libro. Bien, cuentos de ciencia ficción antigua... se nos plantean aquí dos "problemas";

- La ciencia ficción antigua (incluso aún remontándonos a los años 50/60 del pasado sigloXX) era en demasía descriptiva y explicativa. A menudo necesitaban de un personaje al que explicarle las cosas, para así trasladar esa información al lector.

Como he comentado en otras ocasiones, la información debería ir apareciendo durante el transcurso de la acción, y no en grandes bloques en forma de explicaciones. Eso es algo que sucede en muchos de los relatos aquí reunidos.

- Y que como ejercicio de "arqueología" puede resultarnos interesante. Incluso como completismo. Pero evidentemente, todo lo publicado aquí está superado, son cosas que a los lectores de CF nos resultará muy, demasiado... ¿añejo? (y a los no lectores de este tipo de literatura, no creo que les empiece a interesar leyendo este libro).

De todas maneras, mi crítica no va a ser negativa; hay un puñado de buenos relatos, el problema reside en que se ha querido remontar tanto, que cuesta entrar en el libro, debido al primero de los problemas que he comentado. Pero una vez entramos, aunque sean cosas que nos suenan ya de tiempo, o que creamos superadas, encontramos un puñado de buenos relatos que nos harán pasar unos buenos ratos. No voy a decir cuales me han parecido mejores, ni cuales peores. Tampoco su fecha de publicación nos dá idea de cual puede ser mejor ni pero, así como tampoco el nombre de sus autores.

Como digo, aunque parezca lo contrario por mis primeras líneas, es un libro con el que a medida que lo lees, te va enganchando y acabas recordándolo con agrado.

Contenido del libro:

Prólogo, de F. J. Arellano

Reflumen Temporis, de Camille Flammarion (1867)

La Batalla de Dorking, de Sir George T. Chesney (1875)

Un Drama Interastral, de Charles Cross (1872)

Las Ruinas de parís en el año 4875, de Alfred-Louis-Auguste Franklin (1875)

El Hombre de Marte, de Guy de Maupassant (1889)

La Condenación de Londres, de Robert Barr (1892)

Una Realidad, de Ruyard Kipling (1893)

A la Conquista de la Luna, de Emilio Salgari (1893)

El Fin de los Libros, de Octave Uzanne y Albert Robida (1895)

El Monstruo del Lago LaMetrie, de Wardon Allan Curtis (1899)

Una Reliquia del Plioceno, de Jack London (1904)

Si Napoleón hubiera ganado la batalla de Waterloo, de G. Macaulay Trevelyan (1907)

El Cometa Halley, de Enrique Mauvars (1911)

La Última Guerra, de Amado Nervo (1906)

La Isla Amiga, de Francis Stevens (1918)

La Chica del Átomo de Oro , de Ray Cummings (19199

Ausencias (epilogo, de F. J. Arellano).

Editorial Páginas de Espuma. Colección Voces Clásicas. Edición Noviembre 2003 Edición de Francisco J. Arellano. 328 páginas

J. Javier Arnau

Reseña publicada en Por si Acaso: Previniendo Desastres