Lo que ha de venir…



LOS DATOS: Sábado 21f03/2020    अ vvaf
;  otro día más, ya el 6º desde que se decreto el estado de alarma y  confinamiento. En casa no salimos, yo no salgo más que a comprar lo necesario, a poder ser no todos los días. Las cosas no mejoran, y en general siguen empeorando: el ejército se ha desplegado en prácticamente todas las ciudades y algunos pueblos apoyando a las fuerzas del orden, también en tareas de desinfección y construcción de hospitales improvisados de campaña, a la espera de lo que ha de venir: un pico de infecciones y enfermos, para el que no está preparado nuestra sanidad.

Por tercer día consecutivo, las buenas noticias sólo llegan desde China, donde de nuevo no se han registrado contagios de coronavirus entre la población, aunque las autoridades han confirmado 41 casos importados. En Italia hubo más de 4000 infectados y 627 muertos solo en el día de ayer, además, de 14 médicos muertos en total por el coronavirus, lo que es muy preocupante. En España, el último balance del Ministerio de Sanidad, muestra que hay 21.828 contagiados (entre ellos 157 miembros de Policía y Guardia Civil), de los que 1.141 están ingresados en la UCI, 1.117 han muerto y 1.585 recibieron el alta. Sin embargo esta mañana El País actualizados los datos muestra a la 13.00h  una alarmante cantidad de CONTAGIADOS: 24.926, ((3000 más que esta mañana)) y 1.331 FALLECIDOS ((200 más sólo en las últimas horas)).  En Madrid no dan abasto en los hospitales, y se reclutan hoteles y preparan espacios paras recoger infectados y confinarlos, en lo que se espera, sea una alarmante subida de éstos en los próximos días

Algunos médicos ya alertan, otros lo llevan haciendo desde hace días que Madrid es como “Wuhan” y tendrían que cerrarlo en un “Estado de Sitio”. De otro lado, y asombrosamente, ayer viernes se volvieron a ver caravanas en las autopistas madrileñas de gente en coche queriendo saltarse la cuarentena y salir de la ciudad para ir al campo o a la playa (segundas viviendas). Es en Madrid, con diferencia, donde el virus está golpeando con mayor fuerza: están faltos de equipos, sobre todo “respiradores” y una parte del personal está infectado causando baja, por lo que algunos médicos jubilados, en la reserva y otros de último año de Universidad han sido llamados para ayudar. En algunas residencias de mayores los muertos se cuentan por decenas. Y se está dando el caso, ALARMANTE, de tener que decidir entre diferentes enfermos, quien vive y quien muere: así de simple, así de duro. Ética lo llaman, pero de esto hablaré más adelante en otro post.

En general, la ciudadanía está respetando el confinamiento, aunque faltos de información detallada: no se nos dice mucho en tanto a los muertos (datos y estadísticas) sólo sabemos que está muriendo mucha gente; no obstante alertan que el virus no solo afecta matando a los mayores, sino también a personas más jóvenes, el virus puede causar meningitis y miocarditis en personas más jóvenes: (como le ocurrió al médico chino de poco más de treinta años. Algunas voces ya comunican, como he dicho anteriormente, que debido a la falta de equipos de respiración artificial asistida, en Madrid, “se está teniendo que retirar respiradores de los ancianos, para ponérselos a personas más jóvenes; si es cierto, el gobierno tendrá que dar muchas explicaciones cuando pase todo esto: “entre unos y otros han dejado a la Sanidad Pública y a la población expuesta” sobre todo a la más vulnerable, a nuestros mayores ―Intolerable. Pero lo peor aún está por llegar, nos avisan, y muchos siguen sin atender y hacer caso a advertencias e instrucciones, incluso yendo a los hospitales con síntomas y algunos, y otros saltando o intentando saltarse la cuarentena. Ahora sabemos que el virus es resistente al aire y puede permanecer activo en muchas superficies como madera, plásticos, papel, monedas, etc. Si bien nada es todavía concluyente, y lo único cierto es, que cualquier persona asintomática infectada, si sale de su casa, puede extender el virus por días haciendo casi imposible la contención. En Italia ya no saben qué hacer, incluso en las zonas de cuarentena y confinamiento el virus se sigue extendiendo: hay miedo. Y es que parece que nadie había tenido en cuenta el “factor de carga” (lo explicaré mas adelante) de un virus que pasa tan desapercibido;  e igual que está ocurriendo en España, donde  si seguimos la proyección italiana para los próximos días (mismo tipo de población por rango de edad que en España) la semana que viene puede ser horroroso. Y en relación a esto, a cuando alcanzaremos el pico de infectados y la totalidad de estos, después de nueve informes publicados sobre la predicción de cuándo se producirá el pico máximo del coronavirus en España y cuantos contagios se reportarán, el Instituto de Matemática Interdisciplinar de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha extraído este viernes dos conclusiones:
(1)  « con un escenario tan cambiante como el actual -el estudio- debe hacerse día a día». De esa forma, el informe fechado este viernes 20/03 vaticina que “el pico del coronavirus en España se alcanzará entre el 15 y el 27 de abril”.
(2)  «el aumento de casos ha sido menor y estamos volviendo a una situación en la que se retrasa el pico, pero se reduce el número de casos esperados, que podrían superar, no obstante, los dos millones».

Si este estudio está en lo cierto y parece que sí, pues llevan tiempo prediciendo muy bien los casos reportados  por el Ministerio de Sanidad. Lo que se nos viene encima es alarmante, por no decir otra cosa peor. Pero no se trata de preocupar más a las personas Lo único cierto es que el debate en torno a la Sanidad Pública en este país va a quedar abierto. Se han hecho muchas cosas y todas muy mal, ya lo venían advirtiendo los sanitarios y médicos de la Seguridad Social desde hace mucho tiempo. Pero es ahora cuando están quedando expuestas y al descubierto las innumerables deficiencias de ésta nuestra Sanidad Pública, que es la de todos nosotros, (la misma que se quería cargar Aznar) y la única capaz de contener lo que se nos viene encima.

Y finalizo, dedicando “Un fuerte abrazo a todos los Sanitarios y Médicos”. Mi apoyo y mi respeto a esas voces anónimas y valientes que en primera línea de este desastre, no sólo cuidan de nosotros, sino que además nos informan y mantienen al días de la realidad de lo que esta ocurriendo.


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(LA PESTE - 04 ) POR LA PALABRA / Jordi Maqueda

 “…se le dio al hombre el más peligroso de los bienes, la Palabra, para que creando y destruyendo, haciendo perecer y devolviendo las cosas a la sempiterna viviente…
 dé testimonio de lo que él es”. Hölderlin.



Desde pequeños estamos sometidos a la palabra, en las escuelas en un principio, que nos adoctrinan en un pensar, sentir y unas necesidades para que posteriormente las hagamos propias, por medio de unas ideas y creencias necesarias y defendidas por el colectivo social, representado por el estado. Para ello utiliza sus métodos propios, incidiendo en valores o creencias como la religión, la lengua, la política o el sexo.

Independientemente, luego de los estudios que tomemos cada uno, es fácil a lo largo de nuestro camino como estudiantes que nos encontremos con aquella sentencia, apoyada por pensadores y científicos, que nos dice que lo que no consigamos entre los veinte y los veinticinco años ya no lo conseguiremos jamás, referido, a una idea bien asentada y extendida, de que la mente humana explota a esas edades para luego sencillamente decaer. Esto lo oirás más a profesores y científicos sobre todo. Sin embargo, es poco menos que decir que un hombre se desarrolla y explota intelectualmente a esa edad, y que allá donde se encuentre en cualquier ámbito de la vida, antes de los veintiocho años, es donde va a permanecer por siempre; y así encontramos a esa edad médicos, científicos y filósofos titulados en las universidades pero, también a carpinteros, albañiles y amas de casa, que como los primeros, no serán más que eso según el aserto: carpinteros, albañiles y amas de casa, según sentencia el mismo y, por lo tanto: no aspires a más, pues aunque lo hagas tu mente no te va a ayudar, confórmate con lo que eres, lo que tienes y lo que haces; pero, sobre todo, Trabaja: y trabaja todos los días. Y todos lo creen así: desde el Médico, al ama de casa, y así conviene al estado que lo crean. Sin embargo, es curioso que antaño fuesen los mayores, esos mismos a los que ahora no hacemos caso y metemos en residencias, los encargados de administrar las sociedades antiguas, debido a su experiencia y sabiduría derivada de esta misma experiencia alcanzada a lo largo de los años (Algo ya a mi ya no me encaja) Y os diré que, en mi experiencia, es cierto que a los 25, por poner un ejemplo, uno ya toma decisiones, pero ahora que tengo 55 puedo afirmar que aquellas decisiones tomadas no eran las más acertadas, no eran las más estudiadas, y ni siquiera las que más necesitaba, sino las que debía tomar, no las que quería tomar. Y tomé las que debía porque a esa edad, tras estudiar y tener una “vaga” idea de lo que podía ser o hacer, lo que quería era también encajar en el mundo al que pertenecía, influenciado, y de algún modo condicionado por éste y la sociedad. De tener que tomarlas hoy, con mi experiencia, mandaría a la opinión a tomar viento, de hecho lo hago y hago lo que quiero hacer, y aunque la sociedad espere otra cosa de mí, es su problema, no el mío. Pero, cuando con veinticinco años eres albañil y sabes o crees -porque así te lo hacen creer-, que eso es lo que serás toda la vida, dejas pasar el tiempo y cuando te das cuenta con treinta y cinco, o cuarenta años has formado una familia, tienes hijos, responsabilidades, deudas y compromisos, en resumen, una vida social sea la que sea; entonces, ya no mandarás al mundo a la mierda, aunque así lo pienses. De ahí, que si te convencen de que con veinticinco años ya  basta y sobra con lo que eres, y si además te embaucan y facilitan piso, coche y negocio... con ello esperarán que, si alguna vez despiertas a la realidad, sea ya demasiado tarde y tus compromisos y amor para con los tuyos y tu miserable y rutinaria “vida cómoda” te inmovilicen y obliguen tanto o más de lo que te somete el propio deber (y las deudas); y entonces habrán conseguido su propósito: No sólo que tú les sirvas, sino que tengas hijos para que le sirvan también.

Pero la palabra tiene además otros peligros, de los que muchos, digamos pretendidos productores intelectuales son dramáticamente inconscientes; y así Heidegger lo afirma, basado en la consideración de que a través de ella, de la palabra, es fácil caer en el error y la desilusión, pues el producto de su poder creador, al verse probado con la realidad, puede, muchas veces, no encontrar correspondencia y, así, el hombre queda sumido en una irrealidad como sucede tan a menudo a muchos autores: poetas de lo banal o novelistas de lo absurdo, que confunden lo esencial con lo no esencial, difuminando así el genuino decir (a lo que la palabra debería servir), poniendo en peligro su función esencial. Un peligro además, que va más allá, pues afecta no solo a los que escriben y difunden esa palabra o pensamiento inútil, sino sus interlocutores o lectores. Pues la calidad, o línea de pensamiento de una persona, lo es precedido, instruido e influenciado en buena parte por las lecturas realizadas a lo largo de su vida, así como por las experiencias propias y adquiridas de ésta. Sin embargo, encontramos hoy las estanterías repletas y rebosantes de lecturas inútiles cuando no absurdas, que no aportan nada más que distracción con poco o nada nuevo o relevante que decir al ser que lee. Coincidirán conmigo que "Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros" — Marco Tulio Cicerón. Nada pues, que ver con la literatura clásica, no es lo mismo leer Orlando Furioso que un manga japonés, o Hölderlin y a su joven Hyperion que crece y vive según los ideales de la Paidea griega: por el que el individuo se considera parte de la totalidad y unido a ella en armonía: “Ser uno con el todo es la vida de la divinidad, es el cielo del ser humano” ¿Donde está hoy Hiperión? me pregunto, cuando un poeta inspiraba a un filósofo, tomándose como referencia para sus escritos. Pero la gente escribe, y no paran de escribir, cualquiera lo puede hacer, lo difícil es que lo escrito tenga algún sentido, más allá del que le atribuyen el significado de sus propias palabras.

Sin embargo, y como hemos podido ver, es cierto que la palabra no sólo puede ser, sino es, la herramienta más peligrosa dada al hombre; muestra de ello es el mal uso que se hace de ésta, y el sometimiento que a través de ella, el hombre hace del hombre, mediante la educación y adoctrinamiento privándole de su individualidad. Pero a pesar de estos peligros, la palabra es para el hombre un bien, al que no puede ni debe renunciar, no sólo porque a través de ella pueda comunicar sus pensamientos y vivencias, sino porque gracias a ella el hombre obtiene y ratifica su lugar en el mundo. “Únicamente donde haya palabra habrá mundo, esto es: un ámbito, con alcance variable, de decisiones y realizaciones, de actos y responsabilidades, alborotos, caídas y extravíos. Pues solamente donde haya mundo habrá historia” entendemos en Heidegger. Pues el hombre es un ser que ha de dar testimonio de lo que es”, y es el testimonio de su realidad lo que hace al hombre ser lo que es, y dicho testimonio sólo podrá hacerse a través de la palabra, sobre la cual tiene su advenimiento la historia misma, pues es la palabra un bien del hombre y sólo a través de ella puede realizarse como tal, sino perece frente a ella.

EL SUJETO DEL INCONSCIENTE (UNA FILOSOFÍA DESDE EL LÍMITE O, FILOSOFÍA DEL LÍMITE) / La nada y el Hombre - Jodi Maqueda


Se dice que el siglo XXI será el siglo del pensamiento Místico, o no será. En esa línea Una filosofía racionalista que no considere posible el diálogo que nace de una experiencia espiritual sin duda va a tener dificultades a la hora de entablar un diálogo fructífero con los otros modos de pensar, así como encarar esa otra manera de pensar a la que remite Heidegger. La filosofía del límite (desarrollada por trias) reconoce estas formas espirituales y simbólicas y a ellas les otorga su espacio, pues resulta más apta que otros planteamientos para llegar a un entendimiento mutuo. En la filosofía española contemporánea ha habido interés en la integración de lo espiritual, en el sentido amplio del término, pero no siempre contando con tradiciones más allá de las propias del cristianismo y de la teología occidentales. No faltan ejemplos, desde Zubiri a Zambrano, pasando por Marías. Sin embargo, Salvador Pániker (Filosofía y mística) se adelanta, en su apelación a un entendimiento entre el pensamiento racional y la dimensión espiritual, que no confesional, en sintonía con la tradición oriental. No obstante, ninguno de ellos desarrolló un sistema donde lo espiritual formará parte intrínseca de él, junto con un elemento esencial e imprescindible de universalidad, es decir, teniendo en cuenta lo que podríamos considerar como fenómeno espiritual, independiente de su tradición, pero manteniéndose en los límites del estudio filosófico. Eugenio Trías, por su parte, habiendo alcanzado un alto grado de madurez y mientras exploraba todas las posibles implicaciones que supone el concepto de límite, vio natural la integración del componente espiritual, simbólico, en su sistema filosófico. No es fácil encontrar un filósofo, que se atreva a revelar vías de conocimiento, disidentes del pensamiento filosófico más escrupuloso occidental.

Aunque el propio Trías llamase propuesta a su filosofía del límite, lo cierto es que está es pensada como un sistema, superando así, desde el punto de vista metodológico, dogmático a algunos de sus contemporáneos y la condición de universalidad para el diálogo intercultural : imprescindible para que tal diálogo sea efectivo. El material onírico que está tan presente en El árbol de la vida (Eugenio Trías) sobre todo en su «primer movimiento», destaca algunos sueños como particularmente relevantes y decisivos para comprender la manera como se constituye y construye una identidad. En la ontología topológica de Trías se dice que el límite viene definido por tres «cercos»: el «cerco del aparecer», que es la existencia presente en la que se engloba la realidad física y natural; el «cerco hermético», que es el arcano, lo misterioso, donde muchas tradiciones sitúan lo divino, lo santo, lo sagrado, el lugar de la memoria de los eternamente muertos, y donde se encierra la memoria de la humanidad; y un espacio entre ambos que denomina «cerco fronterizo». El límite es en razón de los dos primeros cercos, pero de manera distinta. El límite lo es «de» con respecto al cerco del aparecer y sin embargo lo es «en referencia a» con respecto al cerco hermético. Es decir, se define como parte «de» la existencia, pero «en referencia a» la Nada, entendiendo esta como la existencia que deja de ser. Ontológicamente hablando, el límite no separa al Ser.

La relación de Trías con el inconsciente o el sujeto del inconsciente se hace evidente esa decidida y valiente relación que tiene con sus propios sueños, y con un síntoma capital en su vida (y que, a la vez, es un concepto fundamental en su filosofía): el vértigo. Cuando Trías introduce la cuestión del vértigo llega a decir que es algo del orden de la confesión. De hecho es mucho más: asignando al vértigo un papel en el desarrollo y en la fundamentación de su escritura filosófica. Es algo que va mucho más allá de la simple confesión, algo que resulta ser necesario respecto a sus desarrollos teóricos, y Razón fronteriza y sujeto del inconsciente en el mismo sentido, la exposición minuciosa y con un peculiar encanto de todo ese material onírico, incluso del que usted promete, mencionando que hay varios cuadernos de meticulosas anotaciones según las prescripciones freudianas de escribir al despertar. E Trias Ha querido dar una prueba biográfica de una de las ideas cruciales de su proyecto filosófico. Asignando al vértigo un sentido semejante al que en las «filosofías de la existencia» (desde Kierkegaard hasta Jaspers, Heidegger o Sartre) se asigna a la angustia. Se trata, para Trías o para la filosofía del límite, de una emoción fundamental, en el sentido de que permite convalidar, desde el ángulo de los afectos, o de la inteligencia emocional, como suele hoy decirse, lo que en forma objetiva se puede determinar como el espacio del límite. El vértigo es la emoción que nos muestra el límite como una evidencia metodológica y filosófica. Y el límite aparece entonces como lugar de prueba, de experimentación, y hasta de definición de lo que se es, de lo que somos, pero (y yo añado), de lo que nos atrevemos a conocer, adentrándonos en ese límite: atreviendonos a ser (cuando en el penetrar y regresar del límite: un nuevo hombre emerge). 

DE LOS LÍMITES DEL MUNDO A LA LÓGICA DEL LÍMITE

a la forma de E.Trias: "Los romanos llamaban limitanei a los habitantes del limes. Constituían el sector fronterizo del ejército que acampaba en el limes del territorio imperial, afincado en dicho espacio y dedicándose a la vez a defenderlo con las armas y a cultivarlo... En cierto modo el cercado imperial tenía un carácter insular en relación con esa tiniebla y oscuridad de lo asilvestrado y bárbaro... La metáfora del limes sirve entonces de hilo conductor de una investigación filosófica, como la que aquí se emprende". (Lógica del límite, p. 15). Sin embargo, de otro lado, la experiencia de límite conduce aquel (sujeto), no al supuesto, sino un saber, al conocimiento mismo que proporciona  la experiencia.

FILOSOFÍA DEL LÍMITE

La filosofía del límite bebe de las mismas fuentes que Nishida y otros miembros de la escuela de Kyoto, y tienen en común haber enraizado sus sistemas respectivos mediante sus propias relecturas de Kant, Hegel, Fichte, Schelling, Goethe, Nietzsche, Husserl, y por supuesto Platón, por citar algunas influencias comunes. La deuda de la Escuela de Kyoto con Kant, Hegel y Nietzsche es todavía especialmente palpable (véase por ejemplo la obra de Masao Abe), lo cual no ha sido óbice para que incluso desde los años treinta del pasado siglo los discípulos de Nishida no se acercaran a otras corrientes, como fue el caso de Miki o Kawakami con el marxismo [ El pensamiento de Nishida ha estado en continua revisión, que incluso afecta a los conceptos centrales de su pensamiento, incluida la noción de «nada». Para una visión de conjunto y un resumen de las críticas principales a su pensamiento puede consultarse Nishitani, K., Nishida Kitaro, the Man and his Thought, Chisokudo Publications, Nagoya 2016.] .
 

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(LA PESTE - 00) - LA INDUSTRIA CULTURAL / Jordi Maqueda

la industria cultural

Dentro del mismo análisis y de la contradicción que supone el suicidio de cara a la sociedad, la industria cultural debería ser tomada, y analizada, con más seriedad de lo que ella misma quisiera. Pero dado que su apelación al propio carácter comercial, y su adhesión a la verdad mitigada y condicionada (política y subvenciones), esta se han convertido desde hace tiempo en una excusa con la que se sustrae a la responsabilidad de la mentira (que muchas veces proclama) inherente de sus creaciones estéticas y por tanto de una verdad representada (culturalmente). En la futilidad de tal pretensión, de esa verdad representada (que nos quieren inculcar), la industria cultural (normalizadora) de masas pone de manifiesto el desorden social, y el caos mental propio de la sociedad y sus individuos.

Se trata, por tanto, de que la cultura (educadora) de masas sea revelada, se trata de que (el arte y los artistas) reflexionen sobre sí mismos, si se quiere que los hombres no sean traicionados por entero. No se trata de conservar el pasado de unos ideales (o modas políticas), sino de cumplir sus esperanzas del ser humano. En Europa percibo hoy cierto peligro de que el arte acabe en el molino del concepto de ideología, que todo lo muele, y pierda su integridad específica, a saber, su papel a la vez racional y creativo, aunque históricamente condicionado (Sociology of Literature in Retrospective LEO LÖWENTHAL). Hoy se percibe (de hecho) esta realidad como una sombra que nos sobrevuela a todos, donde la cultura, o pretendido arte está, como la filosofía y las ciencias, igualmente subvencionada y por lo tanto condicionada en su producción a la verdad mitigada y condicionada al poder (política y subvenciones).

Por lo tanto en el arte debemos ser guiados por una gran precaución y debe remitirse, en tanto a una crítica de la apariencia social, a los residuos, que son inequívocamente ideológicos. Para formularlo con más precisión: el arte enseña (nos muestra algo) y la cultura de masas es aprendida (asimilada), y eso significa que el análisis sociológico del arte tiene que ser cuidadoso, complementario y selectivo, mientras que el análisis sociológico de la cultura de masas debe ser total; pues sus productos no son otra cosa que fenómenos y síntomas del proceso de abdicación (sometimiento) del individuo en la sociedad administrada.

Adorno dijo una vez: “Las obras de arte… tienen su grandeza sólo en el hecho de que permiten decir lo que la ideología oculta. Su carácter logrado va, se quiera o no, más allá de la falsa conciencia”. La literatura es la única fuente fiable de la conciencia y autoconciencia del ser humano, de su relación con el mundo como experiencia y revelación de los anhelos temores de una sociedad (la sombra) (entendamos que toda película, es antes un guion o novela: literatura). La literatura no es ideología: no practicamos una investigación de la ideología, sino que debemos orientarnos hacia la verdad particular, hacia lo específicamente cognitivo que transmite la obra de arte literaria. (Sociology of Literature in Retrospective -Leo Löwenthal).Desde el punto de vista crítico-sociológico. El proceso de socialización, es decir, el ambiente social de lo privado, íntimo e individual, es vuelto consciente por el artista para su tiempo y nuestro tiempo y, con ello, nuestra propia falsa autoconciencia se expone constantemente a la corrección (educación) en la sociedad administrada. La sociología del arte es, de hecho, una de las lechuzas de Minerva. (La lechuza de Minerva, diosa griega de la sabiduría y entendimiento, solo trae su mensaje a los mortales cuando el día ha terminado, simbolizando que los eventos históricos y las causas que llevaron a ellos solo se vuelven transparentes al final en una retrospectiva informada). Ahí está la verdad de la literatura, que es, como Pablo Picasso gustaba decir del arte en general, una mentira que nos hace caer en la cuenta de la verdad. —Darío Villanueva

La literatura (como todo el ente cultural) es y constituye un hecho social. Acaso no deba reducirse únicamente a ese plano, pero pocos cuestionarán que en la literatura, como en el arte, comparece esa dimensión de manera nuclear, y que lo hace más allá de cualquier delimitación que se desee aplicar a la propia idea de la literatura (extrapolemos a la cultura en general) en sus diversas manifestaciones históricas, incluidas las más remotas o las más recientes, como el cine o las mismas series de televisión. No solo porque toda materialización suya configure un discurso, un acto ético ligado a la presencia del otro que define al sujeto enunciador, tal como lo pensó Mijaíl Bajtín (2015); y se sustancie además como la concreción de una formación discursiva, entendida esta con Michel Foucault (1969) como el conjunto de reglas que condicionan el ejercicio de las funciones enunciativas que expresan, manifiestan o comunican ideas, conceptos, sucesos...o en cada momento y lugar, y en consecuencia como algo en lo que en una u otra medida interviene el poder, los diferentes poderes. (De ahí su conexión con otro concepto foucaultiano, el de dispositivo, (Un dispositivo para Foucault, Deleuze o G. Agamben no es otra cosa que un mecanismo que produce distintas posiciones de sujetos precisamente por esa disposición en red: un individuo puede ser lugar de múltiples procesos de subjetivación) de notable rendimiento en autores como Giorgio Agamben. Para este, un dispositivo es “todo aquello que tiene, de una manera u otra, la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar los gestos, las conductas, las opiniones y los discursos de los seres vivos” (Agamben 2011 [2006]: 257). Recuérdese ahora que un sujeto sería para este autor el resultado —el producto— que un proceso de subjetivación activado por un dispositivo (arte: literatura o cine) produce sobre un ser vivo. La literatura, como el lenguaje, la cultura o el 7ºarte, sería un dispositivo entre otros, ligado a sus específicos procesos de subjetivación y a la correspondiente producción —sin duda, social y política— de modelos y sujetos en la sociedad) / (ángulo a partir del texto: Lo social, lo político y lo literario La sociología de la literatura en las coordenadas de su disgregación— Arturo Casas).

Como definición inicial se dirá que un proceso de subjetivación consiste en una construcción del yo, una reflexión subjetiva del sujeto sobre sí mismo frente al rol o lugar que ocupa en la sociedad, “el sujeto está dividido tanto en su interior como dividido de los otros. Desde su perspectiva o enfoque, la semiótica de Lotman, proyectada a la luz de la interacción de sistemas de sentido y de su emplazamiento a través de la comunicación, permite dar a la cultura y a cada una de sus manifestaciones un carácter dinámico, donde las formas simbólicas interactúan y se condicionan, teniendo presentes nociones de obvia proyección social, entre ellas la de un modelo (social y cultural definido), ineludible para la antropología cultural ya desde Ruth Benedict (1934), Para Benedict la cultura es el conjunto (o la configuración) de conocimientos, creencias, valores, actitudes y emociones que caracteriza a una sociedad, o la de sistemas modelizantes primario y secundario, que es uno de los ejes de la semiótica de la cultura de Iuri Lotman (1982 [1970]: 17-46) El modelo de sistema modelizante primario es la lengua natural; los sistemas modelizantes secundarios son estructuras de comunicación que se superponen al sistema primario. Lotman comienza su análisis revisando la definición que postula que la obra de arte es afín a la necesidad de conocimiento (El Modelo Semiótico - Informacional representa la relación comunicativa de la siguiente forma: Entre el mensaje entendido como forma significante que transmite un cierto significado, y el mensaje recibido como significado, se abre un espacio sumamente variado y articulado). Luego la Relación entre las diferentes disciplinas, interconexión supone un cambio en la semiótica, y de alguna manera conecta más con la semiótica de Roland Barthes ya que no habla solo de lengua, sino de los lenguajes secundarios: todos los lenguajes de la cultura (arte, literatura, cine, fotografía…) Con esto se refiere a un sistema de signos que sirve como medio de comunicación, pero modelizante porque crea modelos. El sistema modelizante básico (primario) sería el lenguaje natural, los demás serian secundarios. Esta concepción supone entender que la lengua determina nuestra forma de organización cultural (nos basamos en ella para construir el resto de sistemas culturales que van a ser diferentes). Luego estaría el Mito, Según Roland Barthes, un mito es una verdad, un sistema de comunicación que adoptamos como verdad.  Estos mitos son creados por los humanos y por la sociedad, que pasan desapercibidos y tomamos como una verdad o un hecho (los extraterrestres sería un buen ejemplo) . Este análisis de mitos, lo llevó a analizar muchas imágenes publicitarias y decodificar estos mensajes en su libro La retórica de la imagen (1964).

la cultura es un sistema de signos que en primer lugar crea rasgos distintivos, crea oposiciones, también es generadora de estructuralidad (formas y cercos) y tiene memoria. Posee rasgos distintivos: para que la cultura sea definida, necesita una contra/oposición, algo a lo que oponerse. La cultura es concebida como un sistema cerrado que se opone a la no cultura. No cultura — todo aquello que no entra en “mi cultura”, un determinado conocimiento o una forma de vida que no forma parte de nuestra cultura. La cultura para Lotman es el producto de un trabajo permanente que crea fronteras a partir del sentido compartido. Es generadora de estructuralidad: la cultura no solo conserva y transmite la información, sino que es también es un mecanismo generador de estructuras, códigos, normas, reglas y cercos… Por tanto, destaca la capacidad de la cultura para la entropía, para a partir del caos generar orden, estructuralidad. "A parir del caos, la cultura genera orden, genera normas que organizan el mundo y a la sociedad (es un instrumento del poder) El trabajo de la cultura (como herramienta del poder: el cine, hoy sobretodo) consiste en organizar estructural-mente el mundo que nos rodea. Es memoria no hereditaria de la colectividad: la cultura es información no genética. Se expresa en un determinado sistema de prohibiciones. La cultura es un fenómeno social, se relaciona esta con la historia, con la memoria histórica pasada y solo se puede entender a posteriori (ya que se adquiere consciencia del cambio cultural). Entiéndase. Y esto lo vemos hoy con las modas, de los pantalones de campana, y las patillas recortadas: solo cuando ha pasado el ciclo somos consciente de lo absurdo e invcles… que hemos sido, y como hemos sido manipulados, a vestirnos y actuar de una manera dirigida. No siendo nosotros, sino siendo lo que la cultura hace de nosotros. Pero hay personas, que ya son conscientes durante el proceso, precisamente esas a las que llamamos raros, y al margen de modas o dictados políticos y de moral o conciencia. 

Por todo ello, la cultura o el cine sobre todo en nuestros sociedades, constituye un hecho social y político normalizador, esta un dispositivo de saber y poder cuya entidad es indiscutible, frente al discurso de verdad. Según Foucault, Una subjetivación del discurso de verdad (o acto de creación: de decir la verdad como acto de subjetivación tiene su posibilidad como crítica y como resistencia) es una “política de la verdad”, en la medida en que es un modo de resistencia ante las funciones de dominación de los dispositivos de saber-poder de la sociedad normalizadora, y se constituye en el marco de una ética del cuidado de sí como práctica de libertad, frente a las estructuras que nos pretender definir y condicionándonos dentro del ente social. Pero para que esta institucionalización se haga efectiva, es indispensable la existencia del lenguaje, el cual “sedimenta y objetiva las experiencias compartidas y las hace accesibles a todos los que pertenecen a la comunidad lingüística”; el lenguaje, por tanto, constituye la base más estable del conocimiento y el medio por el que él mismo se distribuye colectivamente: facilita su comprensión y asimilación, así como el sometimiento a las funciones de dominación de los dispositivos de saber-poder de la sociedad normalizadora... "necesitamos más entendimiento de la naturaleza humana, porque el único verdadero peligro que existe es el hombre mismo y somos penosamente ignorantes de ello"- jung